RELATOS URBANOS, LO QUE LA GENTE TRANSMITE DE BOCA EN BOCA, VERDAD, FICCION, FANTASIAS? UD, JUZGUE
viernes, 4 de septiembre de 2009
VIAJE FAMILIAR, PARTE 2
En esos momentos, el tiempo parece correr más lento, parece detenerse...
por más que quería mantener la sangre fría, como en una película en cámara lenta, transcurren escenas de mi vida...preguntándome cual es el desenlace de mi vida, es aquí y ahora?, lograré pasar esta dura prueba...elevo una plegaria...veo a mi esposa, por el espejo retrovisor veo a mi hija...en su rostro se dibuja, preocupación, tristeza, desesperación, impaciencia, enojo...todo un torbellino de sentimientos encontrados...
Mi esposa me dice algo, balbucea, pero no alcanzo a entender lo que me dice.
El tipo mantiene el arma en mi sien...
Ni siquiera se inmuta, no titubea, esta firme y decidido a llegar a las últimas consecuencias. A leguas se nota, que esto para el no es nuevo, que es su oficio, que el arma es una extensión de su mente y su mano...
Estoy totalmente aturdido, y en ese instante se escucha una detonación...
El tipo acciono el arma, no le importo toda la gente que ya había a nuestro alrededor, aunque estos solo veían de lejos, nadie se atrevía a intervenir, sabían perfecta mente que el tipo era de la "MAFIA"...
Pero que pasó, no estoy herido gracias a DIOS, por fortuna el tipo anuncio el disparo, y en ese momento mi hija que estaba en el asiento trasero justo detrás mio, me abrazo del cuello y me jalo hacia ella, en ese momento con mi brazo desvié el arma y el tiro pego en el para brisa de la camioneta...
Realmente ese minuto o dos o tres, en lo que transcurre el incidente, parece una eternidad.
Por fin se acerca una patrulla, y el tipo se sube a su auto y deja el arma entre sus piernas.
Como puedo me bajo de la camioneta y voy al encuentro de los policías relatando golpeadamente lo sucedido, y diciéndoles que el arma la tenia entre sus piernas...
Pero ho desilución, los policias no hicierón absolutamente nada, no hicieron nada, solo alearon a la gente que observaba, y ordenaron al otro conductor y a mi que ya no bloqueáramos la avenida y que circuláramos.
En ese instante el tipo arranco su auto y frente a los policías, me grito, no te la vas a acabar "hijo de la chingada" por "chiva" (por haberlo denunciado" "te voy a cazar a la salida de la Ciudad y te voy a matar "cabrón", Rechinando llantas se alejo hasta perderse en la Avenida..
Nuevamente el sentimiento, de frustración, impotencia...el llanto aflora, no lo puedo contener, y no alcanzo a entender, en manos de quien estamos, tanto la mafía como la policía son lo mismo, entre ellos se protegen.
La policía se aleja, y finalmente nos quedamos solos.
Mis familiares nunca llegaron a tiempo, y por una parte mejor, ya que si hubieran intervenido, tal vez ya no lo estuviera contando...
La gente se me acerco en un gesto de solidaridad, y más de uno me dijo lo mismo...
señor, ya no vaya por ese camino, lo que le dijo el tipo se la va a cumplir, en este momento ya se comunico con todos sus compinches y van a localizar la camioneta y los van a matar, se lo decimos en serio, háganos caso, si tiene familiares aquí, me regrese por donde llego y escondase, esta mafia no va a descansar hasta encontrarlo...se pueden imaginar que sentíamos en ese momento...rabia, coraje, miedo, soledad, tristeza, y en si todos los sentimientos de sabernos que ya estábamos marcados...
lunes, 24 de agosto de 2009
PASEO FAMILIAR
"Claro que vamos de visita con los compadres ", eso le dije a mi esposa cuando me dijo entusiasmada que quería que fuéramos a ver a los padrinos de la niña.
Pero va con nosotros, mis papas, mis hermanos y tus primos, "chinga", ya vas empezar, siempre es lo mismo, pero ya que, vamos todos en "bola".
Partimos la fecha indicada, y planeamos estar un fin de semana desde un Viernes por la mañana. Finalmente, distribuidos en tres carros nos lanzábamos a la famosa visita.
Todo transcurría conforme lo planeado, ningún percance significativo, los compadres nos atendieron de maravilla, como siempre con mucho gusto de recibirnos y abrirnos las puertas de su casa. Estuvimos con ellos, platicando de miles de cosas y pasando unas veladas interesantes.
Pasaron los días, y se acercaba el tiempo de la partida.
Decidimos salir de la casa de los compadres el domingo por la mañana para hacer unas escalas y comprar algunas cosas de recuerdo.
Entramos a la Ciudad, y era una mañana soleada.
Yo llevaba mi camioneta que tenia poco que había comprado. En ella iba mi esposa e hija. Para esto, no separamos los tres carros que íbamos, y llevábamos cierta distancia entre uno y otro de como una hora en tiempo.
Al llegar a un crucero, nos detuvo la luz roja del semáforo, en eso vi que de mi lado izquierdo se me acerco demasiado un carro y prácticamente se me incrusto a la altura de mi puerta.
Me lleva la chingada, ya me rayo la pintura de la camioneta, pues en que viene pensando este pendejo, no sabe manejar o que le pasa?
Quedamos los dos vehículos a la misma altura de las ventanillas... gire mi cabeza para ver quien era el conductor del otro vehículo, me di cuenta que era un tipo de mediana edad e iba acompañado de una mujer. Me le quede viendo, recordando y pasando por mi mente, todas las veces que he agredido a otros conductores por los caminos que he recorrido...pero recuerdo que ya no soy así, que por mi familia he cambiado.
Nos quedamos viendo a los ojos, y ninguno de los dos dijo nada.
Yo me sonreí...tal vez en forma burlona...o irónica, en el sentido de preguntándome, y ahora que va a pasar...
De que te ríes hijo de la chingada, -fue lo que salió del tipo que me estaba envistiendo- a la vez que ya había desenfundado un arma de grueso calibre...
Pero va con nosotros, mis papas, mis hermanos y tus primos, "chinga", ya vas empezar, siempre es lo mismo, pero ya que, vamos todos en "bola".
Partimos la fecha indicada, y planeamos estar un fin de semana desde un Viernes por la mañana. Finalmente, distribuidos en tres carros nos lanzábamos a la famosa visita.
Todo transcurría conforme lo planeado, ningún percance significativo, los compadres nos atendieron de maravilla, como siempre con mucho gusto de recibirnos y abrirnos las puertas de su casa. Estuvimos con ellos, platicando de miles de cosas y pasando unas veladas interesantes.
Pasaron los días, y se acercaba el tiempo de la partida.
Decidimos salir de la casa de los compadres el domingo por la mañana para hacer unas escalas y comprar algunas cosas de recuerdo.
Entramos a la Ciudad, y era una mañana soleada.
Yo llevaba mi camioneta que tenia poco que había comprado. En ella iba mi esposa e hija. Para esto, no separamos los tres carros que íbamos, y llevábamos cierta distancia entre uno y otro de como una hora en tiempo.
Al llegar a un crucero, nos detuvo la luz roja del semáforo, en eso vi que de mi lado izquierdo se me acerco demasiado un carro y prácticamente se me incrusto a la altura de mi puerta.
Me lleva la chingada, ya me rayo la pintura de la camioneta, pues en que viene pensando este pendejo, no sabe manejar o que le pasa?
Quedamos los dos vehículos a la misma altura de las ventanillas... gire mi cabeza para ver quien era el conductor del otro vehículo, me di cuenta que era un tipo de mediana edad e iba acompañado de una mujer. Me le quede viendo, recordando y pasando por mi mente, todas las veces que he agredido a otros conductores por los caminos que he recorrido...pero recuerdo que ya no soy así, que por mi familia he cambiado.
Nos quedamos viendo a los ojos, y ninguno de los dos dijo nada.
Yo me sonreí...tal vez en forma burlona...o irónica, en el sentido de preguntándome, y ahora que va a pasar...
De que te ríes hijo de la chingada, -fue lo que salió del tipo que me estaba envistiendo- a la vez que ya había desenfundado un arma de grueso calibre...
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